jueves, 24 de junio de 2010

MICHAEL APPLE
(1942)

Michael W. Apple nació el 20 de agosto de 1942 en una pobre pero políticamente activa familia en Patterson, New Jersey; fue el hogar de uno de los movimientos de trabajadores más radicales en los Estados Unidos. Asistió a dos pequeños colegios nocturnos para alcanzar el bachillerato ya que no pudo estudiar a tiempo completo en una Universidad por problemas económicos, a la vez que trabajaba en una imprenta local y como maestro de escuelas rurales y urbanas ya que en aquellos tempranos años 60 los maestros podían ser contratados sin tener un grado académico, dada la escasez de éstos.
El profesor Apple ha escrito ampliamente sobre la política de la reforma educacional y la relación entre cultura y poder. Entre sus numerosos trabajos podemos mencionar: " Ideología y Currículo", "Educación y Poder", "Maestros y Textos", "El Conocimiento Oficial", "Las Escuelas Democráticas", "Política Cultural y Educación", "Poder, Significación e Identidad". Su libro "Educación, la forma "correcta": Mercados, estándares, Dios y la Desigualdad" fue publicado en la primavera del 2001 y para esta primavera del 2003 se lanzará "La Política Estatal del Conocimiento".
Sus libros y artículos han ganado numerosos premios y han sido traducidos al japonés, español, portugués, italiano, chino, alemán, coreano y otros idiomas. Su última obra trata de los peligros de las políticas neo-liberales y neo-conservadoras en la educación y en la sociedad y la creación de alternativas a estas prácticas y políticas.
Michael Apple ha sido seleccionado como una de las 50 figuras más importantes en el ámbito educacional del siglo XX. Su libro "Ideología y Currículo" fue también seleccionado como uno de los libros sobre educación más importantes del pasado siglo.
Ha sido Vice-presidente de la Asociación Americana de Investigaciones Educacionales y editó los volúmenes 21 y 22 de "Resumen de las Investigaciones en la Educación de la AERA, con sus siglas en inglés American Educational Research Association. También es el editor de una serie internacional de libros, publicados por la editorial Routledge: "Pensamiento Crítico Social".

miércoles, 23 de junio de 2010

EGGLESTON, JOHN

(1813-1879)

Nació el 2 de enero de 1813 en Newark, Nottingham, Inglaterra

Sociología y currículo

1977, el primer capítulo de su libro

La sociología del currículum escolar

La planificación curricular es una de las tareas educativas más difíciles. sólo en raras ocasiones se ha considerado de manera coherente en todos sus aspectos. Durante su año como Jefe del Departamento de Educación de la Universidad de Keele, John Eggleston siguió desarrollando su enfoque analítico a toda la amplitud y profundidad de los programas escolares, haciendo hincapié en:

Aunque el plan de estudios está siendo sometido a un examen amplio, ha habido poco análisis sociológico concreto, los enfoques sociológicos al plan de estudios han tendido a ser restringida, interesados en áreas limitadas, o se han basado en una perspectiva ideológica única.

El conocimiento y la cultura

Las diferencias en los procesos de pensamiento y de las diferencias en la percepción de los acontecimientos que puedan tener lugar a diferencias en el capital de conocimientos que tiene cada sociedad y cada grupo. Estos depósitos de conocimientos transmitidos de generación en generación, sólo forman modificación gradual de la cultura de las sociedades y grupos. De hecho, es la cultura que identifica a las sociedades no sólo, sino también las tribus, naciones, razas, clases sociales y la mayoría de los otros grupos semi-permanente de la vida social.

La transmisión y la legitimación

Pero en la cultura y subcultura, es importante identificar no sólo el contenido de conocimientos, sino la forma en que se define en un momento dado como válido, correcto, adecuado e incuestionable en general - en otras palabras como legítimos.

Todas las sociedades tienen los procesos, no sólo para garantizar el almacenamiento y transmisión de conocimientos, sino también para asegurarse de que su definición se interioriza por los jóvenes.

Distribución y evaluación de los conocimientos

Sin embargo, el conocimiento no sólo se define, transmitido y legitimado en todas las sociedades, también es distribuido. Toda sociedad tiene diferentes cantidades y tipos de conocimiento a disposición de las diferentes categorías de miembros. Algunas áreas de conocimiento puede ser sagrado o privada y cuidadosa selección podrá llevarse a cabo de acceso antes de que les está permitido (Bernstein, 1795).

lunes, 21 de junio de 2010

HILDA TABA

Taba hacia la excelencia se debió en parte a la suerte, a su gran ambición y a las condiciones favorables para la investigación educativa en los Estados Unidos, y llegó a ser una de las más brillantes estrellas de la constelación educativa en los años sesenta. Hoy en día, su labor en el ámbito de la elaboración de currículos y programas de estudios, junto con la de Ralph W. Tyler, forma parte de los clásicos de la pedagogía. Varios autores contemporáneos siguen refiriéndose frecuentemente a las ideas de Hilda Taba y, en lo relativo a las teorías y los métodos de preparación de currículos, fundamentan su labor en los conceptos que ella formuló hace decenios.

INFANCIA UNIVERSITARIA DE HILDA
Hilda Taba nació el 7 de diciembre de 1902 en Kooraste, una aldea del actual condado de Põlva, en el sureste de Estonia. Era la mayor de los nueve hijos de Robert Taba, un maestro. Hilda fue primero a la escuela donde trabajaba su padre y luego a la de la parroquia local. En 1921, tras diplomarse en el colegio de niñas de Võru, decidió convertirse en maestra de escuela. En otoño del mismo año, Hilda aprobó el examen final y se graduó como maestra de primaria en el seminario didáctico de Tartu. No obstante, en lugar de empezar a trabajar en una escuela primaria, se matriculó en economía en la Universidad de Tartu. Sin embargo, la economía no le atraía mucho y el año siguiente presentó su candidatura para ingresar a la Facultad de Filosofía, donde se especializó en historia y educación. Como el sueldo de maestro de escuela de su padre no le permitía mantener una familia numerosa y financiar al mismo tiempo los estudios de Hilda, su principal actividad y fuente de ingresos eran las clases particulares, que daba después de la universidad a jóvenes estudiantes. En su tesis doctoral,
una dedicatoria dirigida a Maria Raudsepp, alumna a la que dio clases durante sus estudios universitarios en Tartu, recuerda este aspecto de la biografía de Taba.
Tras graduarse en la Universidad de Tartu en 1926, tuvo la oportunidad de cursar sus estudios de posgrado en los Estados Unidos, gracias a una beca concedida por la Fundación Rockefeller. El excelente conocimiento de los temas educativos que había adquirido en la Universidad de Tartu le permitió terminar en un año su maestría en el Bryn Mawr College. Durante sus estudios en dicha institución, empezó a visitar escuelas de educación activa y se interesó en el funcionamiento del Plan Dalton (Klarin, 1989). Mientras estudiaba la literatura educativa norteamericana, descubrió Fundamentals of education (1921), de Boyd H. Bode (1873-1953), autor y pedagogo estadounidense muy conocido en aquella época. El enfoque de Bode entusiasmó a Taba, quien se fue interesando cada vez más en la filosofía de la educación activa. Lo que le gustaba de ese enfoque educativo era sobre todo su carácter flexible, innovador y centrado en el niño.
En 1927 presentó la candidatura para un doctorado en filosofía educativa en la
Universidad de Columbia. En los cinco años universitarios que siguieron, conoció a numerosos científicos norteamericanos de renombre mundial, entre ellos al psicólogo E.L. Thorndike (1874-1949), al pedagogo e historiador P. Monroe (1869-1947), al sociólogo G.C. Gounts, y a C. Washburne (1889-1968), fundador del Plan Winnetka. No obstante, la persona que mayor influencia ejerció en las teorías educativas de Hilda Taba fue John Dewey (1859-1952), filósofo y pedagogo mundialmente famoso, uno de los iniciadores del movimiento de educación activa, a cuyas conferencias asistió y cuyos escritos estudió en detalle (Isham, 1982;
Taba, 1932, pág. vii). El tutor más importante de su labor doctoral fue William H. Kilpatrick (1871-1965), uno de los colegas de John Dewey, conocido en la historia de la educación como el creador del método de proyecto. Kilpatrick concluyó el prólogo de la tesis de Taba con las siguientes palabras: “muy difícil de complacer y muy entendido ha de ser el lector que no termine este libro con un sentimiento de profundo agradecimiento por la gran competencia de la autora” (Kilpatrick, 1932). Esta apreciación del trabajo de Hilda Taba era pertinente y fue confirmada unos cincuenta años más tarde con la reimpresión de la monografía por Telegraph Books en 1980.
RALPH TYLER



En 1949, Tyler adopta un enfoque conductista que se observa claramente en su forma de concebir los objetivos educativos ofrecer un formato científico más moderno, con la garantía que supone apoyar el pensamiento pedagógico en una corriente psicológica calificada de científica
Para Tyler su teoría del currículum no consiste tanto en dar respuestas sino en encontrar soluciones. Los objetivos generales de la escuela surgen de considerar:

1. El sujeto de la educación
2. La vida exterior a la escuela
3. El contenido de las asignaturas.

Se debe entonces buscar objetivos para la enseñanza:

1. Filtrando los objetivos generales a través de la Filosofía;
2. Poniendo a la Psicología del aprendizaje como segundo filtro.
3. Se debe luego llegar a los objetivos concretos factibles de la enseñanza

El planeamiento de Tyler surge de 4 preguntas esenciales
1. ¿Qué fines desea alcanzar la escuela?;
2. Qué experiencias básicas educativas pueden ayudar con más probabilidad a esos fines?;
3. ¿Cómo organizar eficazmente esas experiencias?; 4) ¿Cómo comprobar que alcanzaron sus fines?.

El saber, como creencia

Tyler, en la creación del "método para examinar los problemas del currículum y la enseñanza", no se encuentra solo, Hilda Taba asevera que Tyler -en la década de los treinta cree necesaria la generación de un sistema de pensamiento; ambos se harán cargo de la demanda planteada por los educadores norteamericanos. En este sentido se ubican en la misma línea de trabajo, comparten no sólo el proyecto de fundar un campo sino una forma de razonar semejante para dar cuenta "cabal" de planeación curricular.

Ambos sostienen la idea -básica en sus propuestas- de que planificar la enseñanza significa mejorarla, además atribuyen a la planificación el ser el medio más eficaz para lograr los propósitos de la educación, en especial los del establecimiento escolar.
La obra de Tyler, por lo tanto invita a la acción comprometida de los educadores, siempre y cuando extraigan y partan de esquemas racionalizantes.

Poner a prueba la creencia sobre un saber autocalificado de científico (la psicología) es el imperativo tyleriano. Así, la psicología del aprendizaje retomada por los maestros viene a situarse como una ordalía que estructura la labor de consenso necesaria para el trabajo curricular. Este es el objeto central de todo trabajo curricular, Tyler lo plantea claramente en el capítulo V y , además, cuando recomienda formas de planificación, por lo tanto, del cumplimiento de un rol específico del maestro. Al presentar los "métodos de planificación cuyo uso es cada vez mayor" sugiere que como producto de una labor conjunta, los docentes logren: "Ponerse de acuerdo acerca del esquema general..."; "concordar con los principios generales de organización..."; "consolidar estudios..."; acordar "sobre el tipo de unidad... que habrá de adoptarse"; utilizar "planificaciones conjuntas..."


La educacion, accion educativa.

Es necesario aclarar que Tyler percibe que el cambio educativo no es inmediato, si se quiere cambiar al estudiante "se requiere una insistencia constante durante varios años", la psicología resulta útil "para tener una idea del campo de insistencia que requieren algunos objetivos en particular" (Tyler, 1973, 43 y 44). De esta manera, de la psicología como saber sobre el sujeto de la educación se emplean fórmulas para tener una idea clara de la forma de posesionarse del futuro del educando. Resulta imprescindible señalar que, para el autor de Principios básicos, lo educativo no es lo inmediato. Los cambios de la conducta humana no se producen "imprevistamente", no vende esa ilusión. Es claro al afirmar que "los cambios de "modo de pensar", de costumbre... de acción... actitudes... e intereses, son lentos y debe pasar mucho tiempo antes de que tomen forma concreta los principales objetivos de la educación". "En algunos aspectos las actividades educativas actúan como la gota de agua que horada la piedra. No se perciben cambios apreciables en una hora, ni en un día, ni en una semana, ni en un mes, pero al cabo de los años se advierte una indudable erosión" (Tyler, 1973,85).